Después de un tiempo descubres la diferencia entre coger una mano y encadenar un corazón.
Y empiezas a descubrir que los besos no son contratos, y que los regalos no son promesas.
Y empiezas a aceptar el rechazo con la cabeza alta y con los ojos secos, con la gracia de los adultos y no con el dolor de un niño.
Y aprendes a construir tu vida sobre el ahora, porque el mañana es demasiado incierto.
Después de un tiempo descubres que incluso la luz del sol quema si te expones demasiado.
Planta tu propio jardín y decora tu alma en vez de esperar que alguien te regale flores.
Después de un tiempo descubres que tu valor es infinito.
Del hablador he aprendido a callar, del intolerante a ser indulgente y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros - Khalil Gibran
lunes, 8 de octubre de 2007
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