sábado, 20 de marzo de 2010

Nos vamos a morir

Todos, sin excepción. Tarde o temprano.

De un tiempo a esta parte he llegado a comprenderlo, más allá de asimilar que el ciclo de la vida es finito, que si, que asumimos que es cierto. Comprendemos pero no comprehendemos. Aunque haya gente alrededor que muera, parece que como uno es joven, nunca le va a tocar, pero sí.

Y no, no es que me pase nada, mi salud está bien, y no hay nada en el horizonte por lo que me haya de preocupar. Sin embargo, al comprehenderlo me he dado cuenta de que no me apetece nada, pero nada de nada morir. Que estoy muy bien aquí y quiero exprimir esta experiencia al máximo. Carpe diem ha pasado de ser una frase de messenger a un verdadero y principal leitmotiv.
"The meaning of life is to live"
simple y llanamente.

Pero que hay después. La iglesia nos dice que cielo, infierno o limbo. La ciencia únicamente que dejamos de existir aquí. Sin embargo, en la obra de la señora Elisabeth Kübler-Ross nos habla de la no existencia de la muerte.

Y es que es lo único que tenemos. ¿De que vale cualquier cosa que tengamos en esta tierra si se nos acaba el carrete? Tu equipo de fútbol favorito, tu artista preferido, los amigos, las ciudades. Todo deja de tener sentido, o al menos el sentido que tiene en esta nuestra vida terrenal.

Algún dia llegará la última parada... espero para entonces poder decir "¡he vivido!"
 
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