martes, 17 de junio de 2008

Insomnio


Escribo desde el silencio, que sólo se ve interrumpido por el sonido del teclado y los ronquidos, que, a estas horas, se dejan apreciar.
Es tiempo de exámenes, de tensiones y relajos.

Algo me recome la cabeza. Pienso que han sido injustos conmigo. Veo como alguien que no merece nada lo tiene y que yo, que he hecho algo y merezco un leve reconocimiento, no lo tengo. No hablo por hablar: creo reconocer cuando me merezco fracasar, cuando me merezco nada... pero esta vez es taaaaan flagrante, taaaaan descarado.

Me da vergüenza hasta el mentarlo, como cada una de las cosas que hablo en este blog. Siempre camufladas, entre líneas, que dan alas a la libre interpretación del lector. Por un lado tengo en ello el anonimato en el que camuflarme, pero por el otro un texto ambiguo puede dar lugar a interpretaciones que no tengan nada que ver con la intención original al escribirlo.

El caso es que me tengo que enfrentar a una autoridad, a alguien por encima de mí, alguien con galones. Que es más que probable que pierda, que le hecho de que hable o cierre la boca va a acabar teniendo el mismo resultado. Pero no puedo callarme. Sé que tengo una gran parte de razón. Que circunstancias ajenas a mí me van a hacer pagar algo que no me corresponde. Y que otros se van a llevar un premio que jamás merecieron.

Me crezco. En mi discurso imaginario mis palabras dejan tumbado a el interlocutor. No hay respuesta posible a cada uno de mis argumentos, son axiomas, verdades absolutas que no pueden ser cuestionadas.

Pero en el fondo sé que no. Que conseguiré un enemigo, una mirada a evitar, una persona incómoda de tratar, una mancha en el recuerdo, una experiencia desagradable, vana, e inútil.

Una pérdida de tiempo

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
La Estación by Pasajero is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Compartir bajo la misma licencia 3.0 Unported License.
Based on a work at laestaciondepaso.blogspot.com.